Llamémoslo traición...

Llamémoslo traición porque hicieron todo aquello que dijeron que no harían. Porque les entregamos a ciertas personas todo lo que somos, porque damos todo con la esperanza de que sabrán cuidarlo y apreciarlo, porque creemos ciegamente que nunca nos lastimarán porque al final de cuentas no le entregamos eso a cualquier persona, se lo entregamos a aquellas, que con el tiempo, nos han convencido de que vale la pena hacerlo. Pero un día, así como cualquier otro, todo cambia y todos esos miedos se vuelven realidad. Un día esas personas te lastiman, te destrozan el alma, hacen todo aquello que dijeron que no harían, un día dejas de reconocerlas, dejan de ser lo que eran. Un día comienzas a odiarlas cuando creíste que eso jamás sucedería. De un día a otro aborreces el haberte entregado tanto. De un día a otro, dudas de todo lo que algún día te dijeron, de un día a otro les pierdes la confianza por completo. Porque así, sin más, se convierten en eso que dijeron que jamás serian, su incoherencia sale a la luz y no hacen más que demostrarte que hasta tu propia sombra te traiciona, que no importa cuánto los ames, ellos también te lastimarán.