Ella no fue

Y me preguntan que si no la odio y es que en verdad he de confesar que me parece indiferente, porque no fue a ella a quien yo le mostré mis más grandes miedos, no fue ella quien me vio llorar o la que conocí mis más grandes sueños.

Ella no supo lo que era ver una sonrisa en mi cara mientras te besaba, ni la que juró estar ante cualquier adversidad. No era ella a la que yo me entregaba o la que conocí mi faceta más extraña. Ella no sabía que me hacía reír o lo que me hacía llorar, no conocía mis más grandes pasiones. Ella no sabía absolutamente nada de mí, o solo quizás aquello que le contabas. Por ella no lloré, por ella no sufrí.

Mi mundo se derrumbó porque eras tú en quien yo confiaba, y fuiste tú quien decidió olvidarlo y dejarme atrás. Fuimos los dos los que permitimos que las cosas cambiaran, pero lo sencillo que fue para ti olvidarme puso en duda si entregarme por completo había valido la pena; que ella llegara fue simplemente porque fuiste tú quien dejó que lo hiciera.