Instantes

Y es que nunca será sencillo comprender que ya no nos aman.

No es fácil dejar los recuerdos atrás y es que nos aferramos a esos momentos de felicidad en donde todo era posible, todo tenía sentido. Intentamos retener esos instantes en los que fuimos felices, negándonos a aceptar que debemos dejar de cargar con ellos, que los tenemos que dejar libres y dejarlos atrás.

No podemos lamentarnos toda la vida si las personas que queremos han dejado de hacerlo. Es difícil, complicado y doloroso, pero hay gente que tenemos que soltar, personas que han decidido demostrarnos que ya no son lo que fueron y que para ellos hemos dejado de tener importancia, hemos dejado de tener un efecto.

Duele porque nos entregamos, porque les dimos todo y no bastó. Duele porque nos lastimaron, porque pequeñas palabras fueron capaces de destrozarnos el alma. Duele porque nunca los creímos capaces de tanto.

Me dijeron por ahí que somos nosotros lo que tenemos el poder de decidir si hundirnos o seguir, que el superarlo y dejarlo todo atrás está en nuestras manos; nosotros ponemos el límite.

El cambio nunca será fácil, y menos uno al que fuimos obligados.

En esta vida nos van a decepcionar más de la cuenta. Lloraremos por personas que no merecen ni una lágrima; nos desilusionaremos, pero todo será por instantes, aunque algunos de ellos parezcan eternos.