Realidad

He visto en aquellos que me rodean que cada ser humano es un mundo. He descubierto que como seres humanos estamos llenos de miedos, de sueños, de historias. He aprendido que nuestras acciones no son justificables pero que nuestros actos siempre tendrán un sentido; un sentido al pasado, al presente o al futuro.

Se nos hace sencillo juzgar sin entender que como individuos estamos siempre luchando una batalla. Ahora entiendo que hay quienes disfrazan la tristeza con sonrisas, la soledad con las adicciones, los miedos con la indiferencia, las inseguridades con la soberbia. Descubrí que más de uno se está ahogando, ahogando con todo eso que no dice, con todo aquello que se niega a sentir. Aprendí que todos cargamos con un pasado y que hay quienes se han propuesto romper con los patrones, de cambiar eso que siempre vieron tan normal pero que descubrieron que los estaba hundiendo. Comprendí que hay quienes se vuelven guardianes, esos que intentan salvar a todo aquél que represente algo en su vida sin importar que al hacerlo se destruyan poco a poco a ellos mismos. Que hay quienes no han sabido quererse lo suficiente o quienes se exigen demasiado a sí mismos.

Entendí que no hay hoyo del que no se pueda salir, ni miedo que no se puedan superar. Que el secreto está en aceptar que las cosas no van bien, que hay vacíos, miedos y tristeza pero que es cuestión de querer cambiar y de tener claro que uno no lucha solo, que siempre habrá quien te brinde su apoyo, que todos estamos peleando con nuestros propios demonios. No está mal tocar fondo siempre y cuando quieras levantarte.