Vivir...

Soy fiel creyente que vivimos lo que nos toca vivir para ser quienes somos, para dejar de ser quienes fuimos o para ser eso que queremos ser. Aprendemos de cada caída, de cada risa, de cada lágrima y de cada ilusión. Y es que por algo nos toca vivir lo que vivimos. Creo en la idea de que nos cruzamos con cada persona en el momento exacto. Llega quien tenía que llegar y se va quien tenía que irse porque de eso se trata nuestra evolución como seres humanos. Cometemos errores para aprender de ellos, para saber que hacer y que no volver a hacer jamás. Nos enamoramos de las personas equivocadas para ser capaces de distinguir cada mentira y cada falsa promesa, pero sobre todo para tener claro aquello que queremos y lo que no queremos en nuestras vidas.

En el transcurso de los años vivimos cosas que no queremos volver a vivir, pero también experimentamos situaciones que moriríamos por revivir a cada instante, y es que de eso se trata vivir, de probar lo hermoso y lo espantoso de la vida.

Somos quienes somos por todo aquello que hemos experimentado, pero nosotros hacemos de ello algo que nos haga crecer o algo que nos hunda. Nosotros decidimos si quedarnos con lo bueno o con lo malo, si aprendemos o nos estancamos, si soltamos o nos aferramos. Nada pasa por casualidad. Las cosas pasaran como tienen que pasar para convertirnos en aquello que siempre hemos querido ser.