top of page

Aferrarnos.

Que terquedad la nuestra de aferrarnos a personas, a recuerdos, a lo que en su momento fueron sonrisas. Se ha vuelto costumbre no querer soltar, luchar para que todo vuelva a ser como antes. Que doloroso se vuelve intentar seguir sosteniéndote de alguien que ya no te da la mano.

Quizás sea cuestión de entender que quien un día te llegó a sumar hoy sólo te resta.


bottom of page